elisa-lírica

Hoy fui a sacar todos mis perros Los llevé a cada esquina Les di de comer y les di agua Los lleve a cada uno de sus árboles Pero ahora piden más Más aire para respirar, Desde sus ataduras... Me piden más espacio Correr en libertad Por los tejados, Zambullirse en las nubes, No quieren volver sus cabezas Y no quieren mirar Volver su vista atrás Mis perros Todos mis perros Están arrepentidos de ser perros Quieren ser mariposa Salirse de mi espectro Ser espuma Viento frío Cualquier cosa Menos perros. Elisa/2008

Por las antiguas calles Camino nuevamente Como tinta, la noche Camino nuevamente Las luces, de linterna Camino por sus lisas piedras. Desde lo alto, Lo árboles me muestran huesudas manos de madera Los bancos, Solitarios, desolados -hace demasiado frío- donde quedo la sal olor a mar el brillo de las olas y esa serpiente piedra con la que me encontraba tantas veces, cuando quería conversar con el mar y con sus ojos -Anhelo- y aquí, de nuevo, las antiguas fachadas frías como lápidas me miran otra vez me hacen un guiño como reconociéndome en cada una de sus viejas aristas ... una campana dobla por mi una campana dobla por mi una campana dobla por mi -soledad- y me acompaña recordandome que detrás de esa esquina está el mar aquel pedazo de sol y de verano que no encuentro ahora. Elisa/2008

Vivo, estoy perennemente sobre un puente no uno, miles puentes de hierro, blancos indiscutiblemente inmaculados, otros de flores de miles de colores y a los 30 segundos ya vivo en otro este, hecho de herrumbre del paso de los agnos, de vientos de tornado en los que cuesta estar, puentes de todo tipo pero de donde a donde? son puentes infinitos unos mas altos, mas sutiles diria mas transparentes unos que van de Cuba a Barcelona otros que ni eso llegan de aqui, hasta alli y ahora estoy en este puente que no se donde empieza ni donde va a parar te lo digo otra vez para que no lo olvides vivo perennemente sobre puentes. 　 Elisa 2008

Quito todas mis máscaras deshago mis escudos Descubro frente a mí un espejo Un espejo vacío. Hay demasiado de mi misma Y no logro deshacer la última: La última de mis máscaras. Tengo miedo al final que no haya nada. Soy yo sentada a mis espaldas Y las luces lejanas Me dicen que el tren debe llegar Y espero... Abro de nuevo la maleta Y dentro algo me dice que no debo esperar Que este último no llegará Jamás. El tren que corre en círculos El que he tomado tantas veces O a lo sumo dos veces, El que me lleva siempre De la estación inicio A la estación final. Hasta ese viaje del que se de antemano Que va a finalizar Y siempre insisto en tornar a ese viaje en tomar ese tren  del que ya me se el cuento Para después Deshacer mis escudos Quitar mi ultima mascara Y mirar frente a mi y no ver más que espejos. Para volver Una vez más a la estación Una vez finalizado el último viaje, El del invierno Y saber que me sentare aqui de nuevo de espaldas a mi mi

Cartas sobre la mesa, Una sombra encendida Y el dulce licor, Reposan. La casa se angustia y esta a oscuras Las sombras de la nada  Danzan Su canto errante; Silbidos Cuernos Braman Se estremece la casa, Se oscurece la sombra, Las cartas tiemblan Y un AS de corazones Cae Sobre la alfombra. Elisa 2006